Uno de esos días donde las cosas no salían bien - fui a buscar trabajo después de que hace un mes me habían despedido del mío; venia de varias entrevistas, todas de ellas me decían la misma frase de siempre: “Te llamamos”; triste, acongojado, con un desanimo incontrolable, pensaba en lo peor, ya no tenía fuerzas.
Pensé en ir a la iglesia a rezar o a preguntarle a Dios ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? y en mi oración pensaba ¿Dios que hice mal? muy triste, con lágrimas en los ojos y aun mí reclamo de que porque todo me salía mal, escuche una voz que me decía:¡Es porque te quiero! Levante mi cabeza y un pordiosero se acercaban y me repetía, ¡es porque te quiero! Le pregunte ¿Quién eres? - Yo hijo me preguntabas - ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Yo te respondo es porque te quiero, escucha atento: Yo sé de tu potencial, se que eres un ser extraordinario, de muchas habilidades, ahora yo te pregunto ¿qué paso con esos sueños que tenias de joven? ¿Dónde quedo ese entusiasmo, esas grandes ideas que tenías y me comentabas en silencio noche a noche? Tú sabes que yo te pongo estas trabas para que te des cuenta de que tú puedes ser cosas tan extraordinarias, de que puedes salir adelante solo, si no pasaras por esto, nunca te darás cuenta de que puede hacer si te decides.
Ahora hijo mío sal y demuéstrale al mundo lo que vales y las grandes cosas que puedes hacer. Enmudecido y muy sorprendido pero a la vez muy emocionado, le levante y me dije ¡yo si la hago!, entusiasmado, volteé mi cara para poder agradecer al pordiosero, por lo que me dijo - pero ya no estaba.
Salí de la iglesia, y me dije ¿Por qué? si tantos emprendedores hicieron empresa de la nada ¿Por qué yo no puedo hacerlo? Porque no tomar ejemplos como los de Gastón Acurio, que gracias a él, hizo que la Gastronomía Peruana está muy bien vista en el mundo, o como los hermanos Añaños, que son un ejemplo de cómo llegar a ser grandes, el mismo Nano Guerra, que nos incentiva diariamente a ser nuestro propio jefe, o tal ves como Don Erasmo Wong, un chino que es mas peruano que cualquiera de nosotros, ellos lograron lo inesperado, ellos no hicieron caso a la gente que les decía no que no podían, a los que le decían no lo lograras, a los pesimistas que disfrazan todo con la típica frase “hay que ser realista”. Quieres salir adelante, pues está en mi, está en ti, solo falta que digas ¡yo puedo! Yo soy un ser con muchas posibilidades de triunfar- nadie me para- y si alguien me dice que no, simplemente no le hago caso.
Ya sé que quiero hacer, y decidí ir por la ruta del emprendedor. Quiero ser mi propio jefe, quiero apostar por mi país, se que en el Perú podemos hacer grandes cosas, quiero respetar, querer, amar a mi cliente, porque gracias a ellos mi empresa va existir. Formaré mi empresa - si caigo me levanto - si fracaso lo intento una vez más, se que cada caída, se que cada fracaso me está acercando cada vez más al éxito.
Ya lo decidí, quiero ser un emprendedor, quiero tener mi propia empresa, ¿y tú ya decidiste?
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